8 consejos para CUIDAR tu VOZ EN INVIERNO

  • catodia 

El frío ha llegado, y con él una pregunta que puede surgir en cualquier profesional que utilice la voz como herramienta de trabajo: ¿cómo cuidar tu voz en invierno y evitar que se resienta?

El día a día puede dañar tu voz si no sabemos cuidarla como es debido, sobre todo los meses más fríos del año. Llega el momento de los resfriados, los dolores de garganta y las afonías que pueden durar semanas si no se es precavido. Con este artículo queremos recordarte, o enseñarte, las mejores formas de cuidar tu voz para estar siempre al 100% de tu capacidad.

  1. Evita salir con la boca y la nariz destapadas. Nos tapamos la boca cuando salimos pero olvidamos que ambos están conectadas con la garganta y el aire frío puede entrar por la nariz.
  2. El agua es tu mayor aliado, sobre todo si la mezclas con limón. Debemos mantener las cuerdas vocales hidratadas para evitar la sequedad y que nuestra voz suene como nosotros queramos que suene. Si a tu botella de agua le añades medio limón exprimido, ayudarás a combatir el exceso de sequedad que se produce en invierno.
  3. Caramelos para ayudar a hidratar las cuerdas vocales. Llevar siempre a mano caramelos, como los de limón y miel, hidrata y evitar la sequedad. Que la menta no te engañe, el efecto que conseguirás si los tomas de menta será el contrario.
  4. No eleves la voz. Cada persona tenemos un tono y un volumen en el que nuestra voz no sufre al emitirse. Es mejor captar la atención con gestos visuales a alterar ese equilibrio.
  5. El diafragma, ese músculo sin el que no podrás vivir. La respiración diafragmática es, sin duda, el aspecto más importante que se debe tener en cuenta. Un apoyo seguro y una buena colocación de la voz serán los que eviten que tu garganta, y tus cuerdas vocales, sufran el impacto directo de horas hablando. Sin un uso adecuado del diafragma no lo lograrás… y afonías y dolor de garganta serán una constante en tu vida.
  6. No apures tu aire. Aumentar nuestra capacidad pulmonar y saber hasta dónde podemos llegar con cada inhalación es una parte necesaria de nuestro calentamiento, pero acuérdate que esto es solo parte del entrenamiento. Si siempre que uses tu herramienta de trabajo apuras las respiraciones hasta el final, estarás creando estrés innecesario y tus cuerdas vocales acabarán resintiéndose.
  7. Calienta la voz TODOS los días. Todos sabemos que antes de usar la voz de forma profesional siempre debemos calentar para que nuestro instrumento esté afinado y listo para cualquier indicación. No calientes sólo cuando tengas que trabajar… crea un plan diario y síguelo. Esto te ayudará a usar tu voz de forma correcta todos los días y reducir el riesgo de estrés en la garganta y en las cuerdas vocales.
  8. Si te resfrías, te duele la garganta o te quedas afónico, DESCANSA y no fuerces la voz.

Y recuerda, factores externos como el ritmo ajetreado al que estamos acostumbrados, el estrés acumulado o una vida sedentaria hacen, también, mella en nuestra voz. Somos seres sociales y nuestra forma de comunicarnos es a través de la voz. No importa a qué te dediques, cuídala.

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